Ciudad de México. Luis Enrique Miranda Nava deja varios temas por resolver en la subsecretaría de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, cargo que asumió
desde el inicio del sexenio de Enrique Peña Nieto, con quien trabajó estrechamente desde que aquel era gobernador del Estado de México.
En Bucareli están varios pendientes en el área de gobernabilidad. En principio, el diálogo político con la disidencia magisterial no se ha restablecido y tampoco hay acuerdos con las organizaciones campesinas que el mes pasado realizaron una manifestación masiva para reclamar una nueva estrategia para el sector agropecuario.
El nombramiento presidencial, para dejar Gobernación y convertirse en nuevo titular de la Secretaría de Desarrollo Social, tomó por sorpresa incluso a funcionarios de alto nivel del Palacio de Cobián quienes se enteraron de los cambios apenas esta madrugada.
Entre el equipo cercano del ahora ex subsecretario de Gobierno, con experiencia en política social, se encuentra Alejandro Ozuna, actual responsable de la relación con entidades federativas, y quien fue secretario de Desarrollo Social en la administración de Peña Nieto, en el estado de México.
De diciembre de 2006 a la fecha, tocó a Miranda –abogado mexiquense- encabezar las pláticas con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación; también con grupos como Antorcha Campesina, así como toda la atención al Sindicato Mexicano de Electricistas, derivado de la extinción de Luz y Fuerza del Centro.